Adara Molinero se ha convertido en tiempo récord en la indiscutible protagonista de la primera edición de Supervivientes All Stars, la nueva versión del reality en el que se han reunido concursantes de otras ediciones. Su bloqueo en el helicóptero, mostrándose incapaz de saltar al agua en el estreno de esta nueva temporada, ha provocado que la joven de Alcobendas haya acaparado todo los titulares en detrimento de su compañeros. De este modo, desde el jueves hasta la celebración de la primera gala debate de la temporada, la permanencia de Molinero se convertía así en la gran incógnita de los primeros días hasta que, tras permitirle un periodo de reflexión, hacía pública su decisión frente a Jorge Javier Vázquez, y a la audiencia a la que todavía aseguraba deberse.

Vestida con un bikini verde y gesticulando con las manos debido a los nervios, Adara argumentaba en voz alta: “Lo tengo claro. Por un lado, he pensado que este puede ser mi último reality porque ya solo hago grandes cosas que me ilusionen y por ahora no hay nada más. Por otro lado, por todas las personas que me quieren y me apoyan, voy a intentarlo”. Como era de esperar, la audiencia rompía en un ruidoso aplauso tras compartir su decisión final después de haber confirmado una y otra vez su intención de marcharse desde el helicóptero del que no quiso saltar: “Me he equivocado, la verdad. Me he equivocado viniendo. Perdóname, pero no. No puedo vivir lo mismo otra vez”.

Aunque son muchos los que han apoyado esta última vuelta atrás de Adara, también son numerosas las voces críticas en las redes sociales, que consideran que todo (desde su crisis de pánico a su cambio de opinión) respondería a una estrategia de la propia concursante para anclar su estancia en la isla, acusándola de tener una excesiva necesidad de notoriedad creyéndose más a la Adara que sufrió un bloqueo por ansiedad que a la versión de una concursante totalmente repuesta dispuesta a ir a por todas. ¿Cuál será la real?