Adara Molinero y Bosco Martínez Bordíu se han reencontrado en la nueva edición de Supervivientes All Star, la versión Vip del afamado concurso en el que anteriores participantes vuelven a verse las caras y tratan de salir adelante en una isla sin recursos. En este reencuentro ha llamado mucho la actitud que están teniendo Molinero y Martínez-Bordíu. Ambos protagonizaron un sonado romance tras su primer paso por Honduras en Supervivientes 2023 (edición en la que Bosco fue ganador y Adara primera finalista) y, aunque lo suyo no llegó a buen puerto ya que rompieron cuatro meses después de hacer público su noviazgo, en su vuelta a la telerrealidad siguen manteniendo una excelente relación de amistad.

Tanto es así que ambos se han convertido en el gran apoyo del otro en sus momentos difíciles y, como no podía ser de otro modo, sus compañeros han querido saber más detalles de las emociones que sienten después de que su relación amorosa acabara tan pronto: “Tengo un cariño especial por ella, estoy muy bien con ella. Cuando necesita algo estoy ahí por ella”, explicaba Bosco. Tras asumir que gran parte de que su romance terminara fue por culpa suya y la falta de atención a Adara , dejó claro que duante el tiempo que compartieron juntos, el hijo que tiene la influencer nunca fue un impedimento:  “Me enamoré más de ella al ver cómo estaba con su hijo, es una madraza. Yo me lo pasaba genial jugando con él”, aseguraba. La misma complicidad y cariño que Adara ha confesado tener por su ex al resto de robinsones. Sin embargo, la facilidad con la que Bosco está llevando compartir tanto tiempo con ella no está siendo la misma para Molinero.

La propia concursante compartía un baño con su exnovio haciéndole partícipe de su gran inquietud frente a la relación que ha dejado en la península: “Estoy un poco rayada, no me gustaría que mi novio lo pasara mal por estar aquí juntos… yo creo que no pero me raya. Es que más allá de que yo pudiera tener algo contigo estuvimos juntos aquí cuatro meses pasándolo mal y sufriendo y eso nos unió”. Una intranquilidad que Bosco apaciguó con una romántica frase.: “Estás feliz ahora y no haría nada para quitar eso”.