La nueva edición de Supervivientes 2025 está gozando de todo tipo de tramas entre sus concursantes. Todas y cada una de ellas forman parte del pulso del programa por reflotar el dato de la cadena y en ocasiones, como ha sido el caso, están dando en el clavo. En esta ocasión la trama romántico entre Borja González y Ana, su pareja, ha hecho suspirar, como no podía ser de otro modo, a los fanáticos del formato.

Borja se erigía de algún modo como el protagonista de la pasada noche al otro lado del charco , por un doble motivo. La primera alegría de la velada le llegaba en forma de salvación. El joven era salvado por el público y se quitaba el lastre de ponerse en la picota en la que ha sido su primera nominación en el programa.

La segunda alegría llegaba escondida tras una supuesta prueba que Laura Madrueño le proponía a Borja tras la cual, supuestamente, podría ver un mensaje de su hijo. Borja aceptaba el reto asegurando estar dispuesto a todo y tras nadar para conseguir tres llaves que le llevarían a reencontrarse con la imagen de los pequeños. Al llegar a su destino, el concursante descubría que no había nada de lo que creía, sin embargo fue su amiga Patricia Montero la portadora de la primera gran ilusión. La actriz aparecía en escena, haciéndole creer que su pareja no había podido venir, y enseñarle instantáneas de su pequeño y una foto en blanco. En ese momento MOntero le decía a Borja que esa imágen aún estaba por hacer, dando paso a Ana en persona. ¿De verdad creías que no iba a venir?, dijo ella.  Como era de esperar, Borja se vino abajo de la emoción y entre abrazos y besos la pareja hizo las delicias de la audiencia y, de paso, se dieron un homenaje culinario con un plato de macarrones.