La lucha de Paula Ordovás para superar los traumas de su vida: "Desde abuso sexual hasta maltrato físico y psicológico"
La influencer ha presentado "La chica de los ojos marrones". Un libro en el que ha puesto en negro sobre blanco el trance de su vida siendo víctima de abusos y maltrato
Paula Ordovás es una influencer de moda y estilo de vida. Todo lo que toca su vida parece rodeado de felicidad y éxito. Sin embargo, su paso a paso hacia la popularidad no fue siempre un camino de rosas. En su nuevo libro ‘La chica de los ojos marrones’ , la creadora de contenido lo ha dado todo y ha narrado sin pudor algunos de los episodios más duros de su vida como fueron los abusos sexuales y el maltrato físico y psicológico que vivió durante su infancia.
P: Paula presentas hoy ‘La chica de los ojos marrones’. ¿Qué nos vamos a encontrar?
R: Pues os vais a encontrar la historia de una niña. La niña de los ojos marrones, que cuenta un poco todo lo que tuve que vivir en mi infancia desde abuso sexual hasta maltrato físico y psicológico. Pero sobre todo es un relato en el que quiero dar esperanza a todas esas personas que estén transitando el dolor sea cual sea la circunstancia porque el dolor se siente igual. Y decirles que se puede transformar y se puede salir de él sin perder la luz
P: Imagino que cuando lo estabas escribiendo evidentemente llorarías un montón ¿no? Y también te ha servido de terapia
R: Este libro efectivamente ha sido mi tabla de salvación. Gracias a escribirlo he podido comprender muchas cosas y poner nombre a muchas cosas y también creo que gracias a él me siento en paz con mis circunstancias.
P: Mucha gente a lo mejor le sorprende cuando lea este libro porque estamos acostumbrados a verte en redes sonriendo, con tu peque, en fiestas… pero había un trasfondo detrás muy duro
R: Bueno, durante muchos años proyecté una perfección extrema pero que ni yo era consciente de ello. Era mi método de defensa y de protegerme a mí misma ante una situación de imperfección que tuve que vivir en mi infancia. Entonces, tuve que convertirme en una súper woman para sobrevivir y ya no hace falta que sea la súper woman. He colgado esa capa y mi vulnerabilidad me ha conectado conmigo misma y con el mundo
P: ¿Cuándo te diste cuenta de que tenías que tirar esa fachada y realmente contar lo que pasó?
R: Bueno, entré en una depresión porque al final era insostenible en el tiempo esa auto exigencia tan extrema y ese perfeccionismo y ese TOC, (trastorno obsesivo compulsivo por el control) que desarrollé debido a esas situaciones de mi infancia y es insostenible en el tiempo. Claramente, la perfección no existe y creo que cuanto más nos alejamos del ideal de perfección que tenemos en nuestra cabeza más nos acercamos a él. Ya no podía más, la situación se convirtió en algo insostenible y me rompí. Ese fue el momento de contarlo como primer paso para esa reconstrucción personal. Sentí que me liberaba
P: Hay una frase que me llamó personalmente la atención que es cuando comentas que hubo un momento de tu vida en el que querías desaparecer. ¿Cómo llegas a ese punto?
R: Pues al final estuve 36 años de mi vida sobreviviendo, no viviendo y creando un personaje de perfección por miedo a vivir esa imperfección otra vez. Era mi coraza, por así decirlo. Y bueno, realmente yo tenía todo para ser feliz, según lo que yo veía cuando no había empezado mi proceso de terapia. Tenía una pareja que me adoraba y que era mi apoyo, éxito en mi trabajo y mi profesión, una casa maravillosa, amigas y familia a mi lado y yo decía, “por qué no estoy bien”. Había algo que no estaba funcionando y que en lo más profundo de mi ser estaba como un mono en una jaula que quería salir y fue ahí cuando dije si quiero desaparecer con esto, realmente hay algo en mí que tengo que sanar.
P: Paula la relación con tu madre también fue terrible como bien cuentas en el libro. En ese momento cuando tú decides apartarte y llevar tu vida porque es más sano para ti, ¿en estos momentos cómo es la situación?
R: Sí, no es un libro para culpar y al final mi madre emocionalmente no estaba preparada y a lo mejor no tenía las herramientas para ese acompañamiento cuando hay una situación de abuso. Sin embargo sí que fui criada con mucha dureza y ahora que soy madre es algo que todavía no puedo comprender. Pero bueno, en terapia he aprendido que comprender es alivia y pude comprender a mi padre antes de que se fuese pero todavía no puedo comprender a mi madre. Entonces, no me alivia por eso necesito distancia y tiempo o no lo sé. De momento, así estoy bien. Estoy disfrutando de mi maternidad sin miedo porque tenía mucho rechazo a la maternidad por no poder proteger o por miedo a repetir la misma situación o relación que yo he tenido con mi madre y gracias a Dios he podido sanar y romper el círculo.
P: Y gracias a este libro también y a todos los años de terapia. ¿Crees que la maternidad la vas a disfrutar mucho más después de hacer este proceso?
R: Por supuesto. Ahora estoy preparada. Por supuesto cometeré infinitos errores pero no me da miedo porque lo haré con todo el amor de mi corazón
P: ¿Se ha puesto mucha gente en contacto contigo a raíz de contar todo? Porque se hayan sentido identificados con tu historia
R: Bueno, una de las razones también de escribir este libro por supuesto ha sido una tabla de salvación para mí, pero cuando yo conté mi historia recibí infinitos mensajes a través de redes sociales. De mujeres que estaban en la misma situación que yo y que lo habían silenciado porque al final es algo que vives siendo un niño con esa inocencia y aprendes a disociar para poder sobrevivir y salir adelante. Entonces, me di cuenta que era un abuso muy silenciado.Ahora estoy trabajando en un movimiento que se llama Escudo infantil’ para poder trabajar en prevención y acompañamiento contra el ASI: abuso sexual infantil.
P: ¿En algún momento pensaste en dejar tu trabajo y dedicarte a otra cosa? Para alejarte un poco del foco
R: Bueno, realmente mi trabajo lo he creado yo. Empecé en el universo digital en 2009 cuando no existía ni Instagram y mi trabajo ha sido como un poco mi refugio, mi lugar seguro y mi zona segura donde yo me sentía bien y todo dependía de mí realmente. Pero sí que es cierto que en el momento de mi depresión llegué a no sentir pasión por mi trabajo y a mí lo que siempre me ha movido es la pasión. Entonces, ahí dije hay algo que no está funcionando. Por supuesto, lo que no estaba funcionando era yo. Ahora estoy dando un giro a mi forma de comunicar, a mi forma de conectar con la gente que está detrás de la pantalla y quiero centrarme por supuesto en la divulgación y en que mi relato pueda servir a muchas personas o mujeres y hombres que ahora mismo se encuentren en ese periodo de oscuridad