Irene Rosales y Kiko Rivera comenzaron a escribir su historia de amor en 2014, pero el destino ha querido que su relación no sea eterna y, después de más de 10 años juntos y dos hijas en común, han decidido separase. De momento caminarán en la misma dirección: quieren llevar el proceso en la intimidad y no enfrentarse públicamente, pues su objetivo es que Ana y Carlota, las pequeñas de la casa, sufran lo menos posible. Es evidente que las niñas notarán ciertos cambios en sus vidas, pero Kiko e Irene se han propuesto seguir formando equipo en este sentido. Eso sí, la modelo no piensa darle una segunda oportunidad al hijo de Isabel Pantoja.

La periodista Alexia Rivas ha comentado en Vamos a Ver que Irene mantuvo una conversación con sus familiares y amigos cercanos antes de que alguien filtrase lo que había pasado en su matrimonio. “Les dijo: "Me voy a separar, me voy a divorciar. La decisión es firme. Os aviso porque sé que pronto va a salir la noticia y no quiero que os enteréis por la televisión o por una revista antes que por mí"”. Según la colaboradora de Telecinco, Rosales llevaba mucho tiempo luchando contra una situación que le hacía sentir incómoda. La ruptura no ha estado motivada por terceras personas, pero Irene ha encontrado otra razón más importante para separase: “Se sentía sola”.

Alexia Rivas ha explicado que la andaluza “hace una vida absolutamente independiente y Kiko no le acompaña en ningún plan. Ella no podía más. Estaba llevando prácticamente una vida de soltera”. Por esa razón, ha pensado que lo mejor para todos es empezar de cero.

Dos estilos muy diferentes

Irene Rosales se hizo famosa a raíz de su relación con Kiko Rivera, es decir, tiene menos experiencia que él en los medios de comunicación. No obstante, ha gestionado este revuelo mediático desde un punto de vista mucho más eficiente. Ha sido natural, no ha tardado en salir a la calle ni en responder a los reporteros que se han acercado a ella para preguntarle por su estado anímico. Ha decidido dar normalidad a su situación y no esconder nada.

A través de su cuenta de Instagram, donde acumula 711.000 seguidores, ha emitido un comunicado donde huye del victimismo. No ha aprovechado para lanzar dardos o recrearse en el dolor, como ha hecho Kiko, sino que ha dado la cara por su ex y ha afirmado que seguirán teniéndose mucho aprecio y respeto: “Hay mucho cariño, hay unión, y sobre todo mucho amor por la familia que hemos formado. Eso seguirá siendo así porque aunque nuestra relación como pareja haya llegado a su fin, nuestro vínculo familiar siempre estará”.