El reality más extremo de Telecinco está a punto de comenzar. Entre los concursantes de esta nueva edición de Supervivientes All Stars se encuentran los televisivos Robén Torres, Alejandro Albalá, Jéssica Bueno y Gloria Camila Ortega. Esta última se ha querido despedir antes de su aventura con una gran fiesta en la que ha estado rodeada de su círculo más íntimo. El lugar elegido ha sido un local situado en Madrid, donde ella reside actualmente, y entre algunos de los asistentes han destacado familiares de la hija de La más Grande como Rocío Flores y su pareja, Manuel Bedmar, o su representante, Agustín Etienne. Todas estas personas se han trasladado hasta la capital de España para desearle mucha suerte a la hermana de José Fernando.

Durante el transcurso del evento, Gloria recibió una tarta de queso con chocolate en la que se podían leer las letras SV, que conforman la abreviatura más utilizada por los espectadores para referirse al formato en el que va a concursar la joven. De la misma manera, también le entregaron una camiseta con numerosos mensajes de cariño para que se lleve a la isla y no se olvide de ellos a lo largo de su estancia en los Cayos Cochinos. “Disfruta tu concurso”, “no cambies”, “sé tú”, “no te rindas” o “somos incondicionales” son algunas de las dedicatorias que le han escrito. Ella, en todo momento, se mostró emocionada y desbordada por tanto amor.

Una fiesta que tampoco ha querido perderse su novio, el cantante Álvaro García. Una presencia que no ha hecho otra cosa más que disipar los rumores de ruptura que sobrevolaban su relación y que preocupaban a sus fans ante su inminente viaje al otro lado del charco, que puede alargarse hasta los cuatro meses.

Posteriormente, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, los reporteros han hablado con ella. Ha sido durante esta charla cuando ha desvelado cuál ha sido el sentimiento que la ha inundado justo antes de coger el vuelo a Honduras. Además de la ilusión por enfrentar un nuevo reto, Gloria ha confesado que va a echar mucho de menos a su familia y en especial a su sobrina, la pequeña Rocío, de la que siempre ha estado muy pendiente y más ahora que la niña perdió a su madre, Michu, por una muerte repentina desencadenada por problemas coronarios. De la misma manera y en un intento por auto consolarse, ha admitido asintiendo es que se va tranquila porque el cuidado de la niña se queda en muy buenas manos.