La infanta Sofía se gradúa: las cinco curiosidades menos conocidas de la hija menor de los Reyes
La hermana menor y escudera de la heredera al trono no recibirá formación militar como la princesa Leonor
La infanta Sofía acaba de cumplir la mayoría de edad. Un hito al que se suma su graduación en el UWC Atlantic College de Gales en el que ha cursado bachillerato internacional. Aunque sus padres, los Reyes de España han blindado su agenda para estar con su hija en este gran día, a diferencia de la graduación de su hermana, la princesa Leonor, la infanta Sofía no contará con la compañía de la heredera al trono ya que se encuentra embarcada en el buque Escuela Juan Sebastian Elcano. Una aventura que terminará dentro de breves semanas. En concreto a principios de Junio.
A pesar de esta notable ausencia, la imagen y figura de la joven ha vuelto a cobrar relevancia mediatica (si es que algún día ha dejado de tenerla) gracias a este nuevo hito. Sin ir más lejos, algunas de las cuestiones más reseñadas en los últimos días por los medios de comunicación han tenido que ver con su evolución académica o su cambio de estilo a través de los años. Sin embargo, existen aspectos de su esfera más personal que no todo el mundo conoce. Curiosidades que dibujan una parte de la joven que resulta cuando menos sorprendente.
Por todos es sabida la gran afición de Sofía por el deporte, en concreto, el fútbol. Sin embargo, pocos saben que la joven no tiene perforadas las orejas y que, a difencia de su hermana Leonor, ella no luce pendientes. También resulta curioso su DNI, no tanto por su numeración fácil de recordar (el número 17) sino porque pudiendo elegir entre las numeraciones del 10 al 99 que se les tiene asignadas, se le dio descartado el 13, por cuestiones de mal fario.
En lo relativo a su físico, se sabe que la hija pequeña de los reyes tiene un anotojo de nacimiento en la pierna que no ha querido esconder y en cuestión de gustos artísticos es muy fan del teatro. Sin embargo, de todo el anecdotario de su perfil menos público llama la atención el misterio que ha rodeado su vida desde que nació. En el año 2011, con motivo de un viaje a Londres, se vio a Sofía luciendo unas gafas de color azul. Un instrumento óptico que ayuda a corregir problemas de visión que nunca mas volvió a lucir.