Gran Hermano se prepara para vivir trascendentales giros de guión en su dinámica con los que se terminará el doble juego que hasta ahora ha estado reinando en los dos domicilios (la casa oficial y la casa secreta ) durante las primeras semanas del concurso.  El fin de la fase en la que la audiencia ha podido conocer a los 19 concursantes de la casa dará paso a otra en la que se hará historia, ya que, como se ha anunciado, la audiencia será más poderosa que nunca ya que por medio de su interacción y sus votos, decidirá el casting final de reality.

El plato fuerte que la organización tiene previsto para esta edición llegará después de las otras emociones ya previstas y esperadas por los concursantes. Como es sabido, en la noche del 26 de septiembre se anunciará una nueva doble expulsión de los tres nominados, que en este caso son Luis, Laura y Nerea. No solo esto, la doble realidad que han guardado algunos de los concursantes también llegarán a su fin. Hace solo unos días, la encargada de dar el primer paso era Violeta (conocida como Ainara entre sus compañeros) y ahora llegará  el descubrimiento de la broma de la que han sido ‘víctimas’ Javier y Jorge y la revelación de la existencia de la casa secreta a aquellos concursantes que aún desconocen que ha acogido a algunos de sus compañeros.
El descubrimiento de la nueva vienda, dará lugar a una unificación que en la que  todos los protagonistas de la primera fase del reality pasarán a convivir juntos, compartiendo más allá de la propia convivencia, las intrigas que los unen y los separan.  NO solo eso, con la esta unión se producirán los encuentros cara a cara entre otros, el de Lucía con su hermana Silvia, quienes sabrán en ese momentoe que ninguna de las dos fue expulsada; y el de Óscar y Maica, dos amigos que vieron cómo su relación se enfriaba. ¿Cómo lo afrontarán todos ellos?