Oxitocina, dopamina y serotonina, así influye la menopausia en las hormonas del amor
Se trata de una etapa complicada en la vida de la mujer que puede tener repercusiones a niveles físicos y emocionales
Sin ganas de sexo, con mayor desvinculación emocional, menor conexión con la pareja y con cambios en cuanto a la percepción de las relaciones. Se trata de un cuadro diagnóstico que puede corresponder a una mujer durante la menopausia. El origen de esta frialdad sexual y sentimental puede estar en la pérdida paulatina de las denominadas hormonas del amor. Esto es, la oxitocina, la dopamina y la serotonina.
Ahora bien, matiza desde Neolife el doctor Alfonso Galán, no todas ellas disminuyen en la misma medida durante el climaterio. La que más lo hace durante este proceso de la vida de la mujer es la dopamina, que se ve afectada por la bajada de los estrógenos.
Pérdida de deseo sexual y de cercanía emocional en la menopausia
La dopamina, explica el experto, es un neurotransmisor crucial para el sistema de recompensa en el cerebro, con influencia en la motivación y la capacidad de experimentar placer. Así, durante la menopausia no es inusual que se pueda atravesar por periodos de anhedonia o depresión, en los que la persona tenga dificultades para disfrutar con situaciones y actividades que antes le resultaban agradables.
De manera parecida se manifiesta durante la retirada de la menstruación la pérdida de serotonina, lo que puede contribuir a la presencia de cambios de humor, tristeza, síntomas de irritabilidad y, en definitiva, estados depresivos.
La tercera hormona del amor es la oxitocina, una sustancia crucial “para la creación del vínculo social y las relaciones afectivas”. Se libera en situaciones de cercanía emocional y juega un papel importante en la promoción de sentimientos de confianza y empatía. Por tanto, su disminución puede llevar a una reducción en la satisfacción en las relaciones.
Contacto físico y terapia de reemplazo hormonal
Por supuesto, desde Neolife, recuerdan que cada caso es distinto y que, para determinar la incidencia de la pérdida de los estrógenos y la testosterona en cada mujer, lo ideal es realizar un estudio de los niveles hormonales y, si se considera preciso, aplicar la Terapia de Reemplazo Hormonal. Este procedimiento, hoy simplificado al máximo —las hormonas se administran mediante adhesivos cutáneos o pastillas —puede mejorar la situación sexual, física y emocional de las relaciones. Según Alfonso galán, “es muy importante que las mujeres tengan conocimiento sobre estos tratamientos y conozcan la seguridad de los mismos, no siempre difundidos como se debiera, debido, entre otros, a la falta de formación de los compañeros en el gremio médico”.
Otras estrategias a aplicar incluyen potenciar el contacto físico, no sólo las relaciones sexuales propiamente dichas, sino las caricias, los abrazos y los masajes, que propician la liberación de la oxitocina. También lo hacen actividades como la meditación, el yoga y la práctica de la gratitud, que, al reducir el estrés y la ansiedad promueven un estado de calma que favorece la producción de esta hormona.
El ejercicio físico en general, añade el doctor, no solo mejora la salud física, sino que también estimula la liberación de endorfinas y oxitocina, lo que puede mejorar el estado de ánimo y la conexión emocional.
A él, por último, es aconsejable añadir el consumo de algunos alimentos y suplementos para apoyar la producción de dopamina y serotonina en mujeres con menopausia. En cuanto a los primeros, la recomendación es incluir en la dieta el pavo, los huevos, las nueces y las semillas. La ayuda puede venir de dosis adicionales de triptófano, precursor de la serotonina, en suplemento.