La fobia a volver al trabajo, protagonista de la vuelta de vacaciones
Los expertos nos ayudan a saber gestionar el burnout terminado el descanso vacacional
Comienza la cuenta atrás para el fin del periodo vacacional y para muchos la vuelta al trabajo supone un auténtico suplicio. Tanto es así que la expresión "no quiero volver al trabajo", podría ser una de las frases más escuchadas durante los meses de verano. Es un hecho que las obligaciones laborales se vean muy lejanas durante las vacaciones y que nos cueste regresar a ellas. Durante los días libres descansamos, socializamos con nuestros seres queridos, cambiamos de ambiente, viajamos. Así pues, según la psicóloga Pilar Conde, de las Clínicas Origen, es saludable desear que ese tiempo de ocio y diversión no termine. Esta “vuelta al cole” con quejas y reparos, explica “es normativa y dura apenas unos días”.Ahora bien, advierte: si esa afirmación, ese deseo de no regresar al puesto de trabajo se acompaña de malestar intenso, es preciso valorar qué está pasando entre nosotros y el entorno laboral.
No es infrecuente que exista un mal clima en las empresas, y tanto los directivos como los empleados pueden ser responsables de ello. Existen las compañías que no se preocupan del bienestar de sus empleados y no son infrecuentes tampoco los trabajadores problemáticos que crean un ambiente asfixiante.
Entre estos dos extremos de toxicidad laboral se encuentra quien no acaba de hallar su lugar en el puesto de trabajo, bien por malas relaciones con algún o algunos compañeros, bien por insatisfacción con las condiciones laborales, ya sean económicas o de desempeño. Si ese descontento se acentúa llegado septiembre o el final de las vacaciones, la recomendación de la psicóloga es analizar los pros y los contras y, si es necesario, cuestionarse la continuidad en el puesto.
Si se ha llegado o rozado el burnout —el extranjerismo con el que se denomina “estar quemado” en el trabajo—, “la recomendación es, siempre que sea posible, cambiar, ya que “ la actividad laboral representa una parte significativa de nuestro día a día y tiene un impacto importante en nuestro bienestar y satisfacción profesional”.
Elevado nivel de estrés en el trabajo, ¿baja laboral sí o no?
Hasta que ese cambio se produzca pueden darse muchas situaciones y las más graves pueden conducir al empleado a solicitar una baja médica, cuestión en la que los especialistas de la salud mental no coinciden siempre. Frente a quienes optan por evitar que la persona quede aislada y recomiendan gestionar los conflictos para poder superarlos, otros psicólogos y psiquiatras son partidarios de proteger a sus pacientes aislándolos de las situaciones conflictivas. Por supuesto, no hay una receta y cada caso es distinto. Desde Origen, Pilar Conde recuerda que hay que valora si los niveles de estrés del empleado y considera “esencial que en esa baja la persona trabaje a nivel terapéutico para a la vuelta poder gestionar de manera saludable la situación laboral”.Se refiere la experta, entre otros, a eliminar las conductas de inseguridad y de aprobación, a trabajar en las creencias de exigencia y de autolimitación. Además, nos deja estos consejos para una mejor gestión del regreso al trabajo tras el parón estival:
-Establecer límites en los horarios entre vida profesional y personal.
-Establecer topes a la accesibilidad a los diferentes dispositivos que nos conectan con el trabajo. El WhatsApp hace difícil ponerle punto y final a la jornada.
-Preparar agenda, tareas y distribuir lo pendiente de manera razonable.
-Dedicar tiempo a las relaciones personales con los compañeros, son un foco importante en el bienestar.
-Recordar el para qué hacemos lo que hacemos. Este último punto es de vital importancia, porque nos ayuda a situarnos en perspectiva en relación al trabajo y se evitan así falsas o desmesuradas expectativas.
Empresas que ofrecen apoyo psicológico a los empleados
En cuanto a la empresa, nunca es tarde para cambiar las políticas, si afectan a los empleados. En el área de recursos humanos se puede trabajar en la flexibilidad horaria, por ejemplo, que hoy es posible tras el impacto significativo de las aplicaciones en remoto. Por supuesto, la retribución y la posibilidad de mejora y promoción son fundamentales, sin olvidar el cuidado de la salud mental de la plantilla.
Destacan, en este sentido, las compañías que ofrecen apoyo psicológico y/o emocional a sus empleados, no sólo como ayuda en relación a los problemas laborales, sino también a los personales. El bienestar de las personas tiene un impacto directo en la producción y fomenta la eficiencia y la fidelización hacia la empresa. Cada vez se sigue más esta senda en el marco laboral, aunque, finaliza la psicóloga, “todavía queda mucho por hacer”.