Los mejores aliados para proteger los primeros pasos de los benjamines de la familia
Uno de los cambios más significativos en la vida de un infante es el momento en el que comienza a sostenerse sobre sus propios pies
Junto a los primeros balbuceos y palabras, el instante en el que los bebés empiezan a caminar por sí solos es uno de los más especiales para las familias. Es mucho más que un hito entrañable: representa el primer gran acto de independencia del ser humano. Es entonces cuando los niños empiezan a convertirse en exploradores activos del mundo que les rodea. Por tanto, cada reto cumplido compone un manifiesto de crecimiento que quedará para siempre grabado en su comportamiento de cara al futuro. Conscientes de la importancia, la firma KIABI ha lanzado una nueva línea de calzado bajo el nombre KiTChoUN, compuesta por diseños que hacen que los zapatos se conviertan en una prolongación del cuerpo, yendo más allá de catalogarlos como un simple accesorio.
De los cero a los nueve meses, gracias a la piel, descubren el sentido del tacto y, con las manos y los pies, entran en contacto directo con el entorno. Para esta primera etapa, la opción más recomendada son los patucos por su flexibilidad, su ligereza y la ausencia de rigidez. Los de la línea mencionada están elaborados en algodón orgánico y ofrecen calor y protección al recién nacido.Según va pasando el tiempo y hasta llegar a los dieciocho meses, comienzan a gatear y trepar. Para estas actividades, es fundamental un calzado resistente y reforzar los dedos no es solo un detalle, sino una parte muy importante de la composición.
Una vez el infante está erguido, camina tembloroso, pero termina efectuando pasos firmes; es crucial que cuenten con un perfecto aliado. Para ello debemos valorar las calzas con velcro. Un cierre que propicia un calce rápido y un ajuste preciso. Seguidamente, encontramos el artículo para el último período con una suela antideslizante y flexible y con componentes más resistentes que pueden enfrentar sus aventuras con total comodidad y seguridad.
Sin duda, la marca KIABI se ha convertido en todo un referente en unos tiempos en los que la moda se enfrenta al desafío de reconciliar la belleza, la ergonomía y la responsabilidad. Apuestan por materiales reciclados y certificaciones ecológicas. Una filosofía que se ha traducido en toda una declaración ética: “Vestir a los más pequeños con productos que respetan tanto su piel como el planeta que heredarán”.