La definición de la menopausia, más allá de los sofocos
La cultura popular ha limitado los efectos de la menopausia a los conocidos sofocos, pero lo cierto es que es una etapa que conlleva muchos más riesgos
La menopausia se define como la interrupción definitiva de la menstruación. En la mayoría de los casos suele llegar entre los 45 y los 55 años y la cultura popular ha limitado las repercusiones que traen consigo a los conocidos sofocos. Un efecto que produce un incremento repentino de la temperatura corporal. Pero, tal y como ha explicado el doctor Alfonso Galán de Age Management Medicine, los efectos de esta nueva etapa femenina van mucho más allá.
Según el experto, el problema principal al que se enfrenta la mujer con la menopausia es el riesgo cardiovascular, es decir, el aumento de la posibilidad de tener un infarto o padecer un ictus, entre otros diagnósticos. No obstante, es importante destacar que se trata de un efecto muy ligado a los sofocos, ya que, a mayor severidad de estos, mayor riesgo. La causa, según cuenta el experto de Neolife es el descenso en la producción hormonal, que en sus años fértiles protege a la mujer de la que vienen siendo considerada la muerte más probable del ser humano: la enfermedad cardiovascular. Los escudos protectores femeninos contra estos episodios son la testosterona, los estrógenos y la progesterona. De esta última, producida en los ovarios, se sabe que las mujeres con niveles más altos durante su vida tienen menor mortalidad por todas las causas que aquellas mujeres con niveles menores.
El azúcar, la glucosa circulante y el riesgo de diabetes o prediabetes también es un efecto de la menopausia. Por otro lado, también se ven afectadas las arterias, los huesos, los músculos y el cerebro. Por este motivo, la recomendación es comenzar a trabajar en la prevención de estos riesgos en la llamada perimenopausia, la fase en que la ausencia de regla aún no es total. Entre los consejos que recomienda Galán en esta fase previa se encuentra la terapia de reemplazo hormonal, la dieta saludable y nutritiva, la práctica de ejercicio y el descanso reparador, entre otros.