La retirada de la menstruación suele suceder en edades comprendidas entre los 45 y los 55 años y entre los síntomas más comunes se encuentras sofocos, insomnio, sequedad vaginal, sudores nocturnos y alteraciones del estado de ánimo, entre otros muchos. Es un proceso natural que, a día de hoy, sigue estando rodeado de tabúes y prejuicios por la sociedad. Es por ello por lo que algunos de estos constructos sociales pueden suponer una merma en la autoestima femenina, ya que pueden ir acompañados de ideas como “ya ha pasado mi tiempo”, “ya soy vieja” o “ya no soy una mujer completa”.

Desde Clínicas Eva señalan que la menopausia puede tratarse de un cuadro médico inesperado y, por tanto, puede generar un shock para la mujer que lo padece. No es fácil asimilar que, a partir de entonces, no se podrá tener más hijos, entre otras muchos efectos. En estos casos, la clave está no sólo en el acompañamiento psicológico, sino en la detección precoz y sus posibles soluciones.

Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, la menopausia precoz aparece en 1 de cada mil mujeres antes de los 30 años y en 1 por cada cien antes de los 40.  Desde Eva Fertility quieren llamar la atención sobre su raíz hereditaria, y así, aunque recuerdan que es una asociación rotunda y que depende de cada persona, recomienda un estudio de la reserva ovárica a aquellas mujeres a cuyas madres se le retiró la regla antes de los 40. No obstante hay otros orígenes que puede desencadenar en este informe médico como los trastornos autoinmunes con enfermedades como el lupus o la artritis, los tratamientos médicos como la radioterapia, las anomalías cromosómicas, el estilo de vida como el tabaquismo, o los trastornos de la alimentación como la anorexia o bulimia.

El estudio mencionado consiste en un análisis de sangre que determinan los niveles de hormonas antimuleriana, las cuales son determinantes en la reproducción. Cuando se obtienen los resultados, se puede ayudar a la mujer que padece la menopausia precoz mediante la vitrificación de óvulos, la extracción de los mismos para congelarlos sine die y poder así emplearlos en el futuro para tener descendencia. No obstante, desde Clínicas Eva, destacan también la importancia de la asistenica psicológica a este diagnóstico.