Educación, acuerdos y prevención: las nuevas necesidades de la no monogamia
El cuidado emocional comienza a tener mas peso en las personas que practican formas de no-monogamia consensuada
Las nuevas formas de amar abren también nuevas inquietudes personales dentro de las relaciones sexuales de los actores en juego. Si además estamos frente a un caso de no monogamia consensuada el abanico se abre más aún si cabe, aunque no tiene que ser especialmente para mal. Practicar sexo con más de una persona no implica necesariamente más riesgos. De hecho, diversos estudios y la experiencia dentro de comunidades no-monógamas muestran lo contrario: las personas que mantienen relaciones abiertas tienden a hablar más sobre salud sexual, hacerse pruebas con mayor frecuencia y establecer acuerdos explícitos antes de un encuentro íntimo, aseguran los expertos. En el reciente artículo Cuidados colectivos- prevención de riesgos en las relaciones no-monógamas de la comunidad basada en la sexualidad liberal, Joy Club la autora nos recuerda que no existe el “sexo completamente seguro”, pero sí el sexo informado y consensuado. En los encuentros sexuales, en pareja o en grupo, pueden darse riesgos tanto físicos, (embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual…) como emocionales. Pero prevenirlos implica siempre asumir una responsabilidad tanto individual como colectiva.
Educación sexual: una herramienta aún pendiente
A pesar de la importancia del tema, muchas personas no cuentan todavía con la información necesaria para estar totalmente al día en este asunto. Una realidad que ha arrojado uno de los últimos estudios realizados al respecto.
· Solo un 34?% busca activamente información sobre sexualidad.
· El 28?% reconoce que quiere saber más sobre cuidados, ITS y anticonceptivos.
· Un 38?% afirma que estaría dispuesta a hacer un curso online para conocer mejor su sexualidad y disfrutarla más.
“La educación sexual no solo previene riesgos, también potencia el placer. Cuando sabemos cómo funcionamos, qué acuerdos nos sirven y cómo protegernos, el sexo se vuelve más libre, honesto y satisfactorio”, afirma Cecilia Bizzotto, socióloga, sexóloga y portavoz de JOYclub España.
¿Cómo se cuidan quienes practican la no-monogamia?
Cuando nos referimos a no monogamias, estas abarcan una diversidad de prácticas y acuerdos realmente extensa. Como sucede en cualquier relación sexual, cada persona decide qué medidas establece para sí misma y sus vínculos. JOYclub recuerda que, entre los cuidados más habituales están:
· Realizarse pruebas completas de ITS con frecuencia (cada 3 o 6 meses).
· Hablar de forma clara y anticipada antes de cualquier contacto íntimo.
· Emplear métodos de barrera como preservativos, barreras bucales o guantes.
· Establecer acuerdos en torno a fluidos (usarlos solo sin barrera con ciertas parejas).
· Definir protocolos en caso de romper un acuerdo.
· Evitar encuentros con personas que no comparten medidas similares de prevención.
Ampliar nuestra idea de lo que puede ser una relación sexual también ayuda a reducir riesgos.
Al explorar más allá de la penetración y dar protagonismo a otras formas de contacto, no solo se abre la puerta a nuevas experiencias placenteras, sino que también se reducen las probabilidades de transmisión de infecciones o embarazos no planificados.
“Cuidarse no es solo una cuestión de salud, también es una forma de disfrutar más y mejor. Cuando ampliamos nuestra visión del sexo y de los vínculos, entendemos que el placer y la prevención no están reñidos, sino que se potencian mutuamente. La clave está en el diálogo, el respeto y el acceso a una educación sexual real y continua”, concluye Cecilia.