Cinco claves de cuidado personal para convertir el sol, el calor y el agua salada en aliados
En belleza, el verdadero lujo no está en lo efímero, sino en lo constante. Por ello, Una experta nos da los tips definitivos para lograr nuestra mejor versión cutánea. Algo que debemos seguir a lo largo de todo el año, pero especialmente en los meses más calurosos
El verano es una de las temporadas del año en la que el cuerpo más sufre. Por ello, los expertos advierten de que tenemos que focalizarnos en su cuidado para no sufrir las consecuencias. Se trata de adoptar otro enfoque que se centre en las carencias generadas por los factores de la temporada estival. Si aprendemos a trabajar en sintonía con las necesidades de la piel, y no en su contra, el sol, el calor y el agua salada pueden dejar de ser enemigos para convertirse en aliados.
Si durante el invierno hemos sido disciplinados con nuestra tez y hemos construido una barrera reparadora sólida, en junio, julio y agosto debemos continuar cumpliendo con algunas acciones para no destruirla. Las rutinas hacia las que apuntan los profesionales van mucho más allá de la aplicación de crema protectora de rayos UVA. Algunas de las finalidades son fortalecer la dermis, enseñarla a adaptarse, defenderse y auto repararse.
Por ello, la esteticista y experta en medicina estética, Marta García, nos da las claves para cuidar nuestro rostro y nuestro organismo durante la canícula. En cuanto al skincare facial, García recoge cinco premisas que superan la hidratación y la protección: reparar la piel antes de la exposición solar con antioxidantes tópicos y orales, modular la microbiota cutánea con posbióticos, evitar el efecto rebote exfoliando con enzimas o PHA, apartar los productos con alcohol, menta o aceites esenciales previamente a recibir radiación solar. Huir de los perfumes y las colonias que contengan ingredientes fotosensibles que puedan provocarnos hiperpigmentaciones y, por último, aplicar por la noche activos que calmen y regeneren y refuercen, como son el pantenol, la niacinamida, el ácido hialurónico o los péptidos.
Respecto al resto del cuerpo, los consejos de la "beauty hunter" son muy claros: es aconsejable hacer un cepillado corporal en seco, pero con lógica linfática, poner especial atención en las zonas olvidadas como son el escote, las axilas, las ingles y los diversos pliegues, efectuar terapia de frío para las piernas con el fin de contribuir a la buena circulación, nutrir la dermis no solo con agua, sino con lípidos fisiológicos ricos en ceramidas, escualano, omega 3 y 6 y activos antiinflamatorios que reparen la barrera real.